Aprender a leer bien
Algunos estudiantes tienen problemas en leer bien y esto tiene un efecto muy negativo en los estudios. Quizás tú estés en alguno de estos casos:
Aprender a leer bien
Hay técnicas de lectura rápida, pero lo más urgente es mucho más sencillo. Algunas de estas recomendaciones las abordamos anteriormente. Recomendamos:
No hay que confundir aprender a leer bien con la lectura rápida. Los consejos anteriores son muchos más importantes para los estudiantes que tienen dificultades con el estudio que seguir cursos de lectura rápida.
La lectura rápida se consigue leyendo muchos libros y siguiendo algunas técnicas elementales que propician un desplazamiento de la vista vertical en vez horizontal. El cerebro es mucho más rápido que el desplazamiento del ojo. Por esto, las técnicas de lectura rápida propician la captación de frases encadenadas (absorbiendo su significado y el hilo del argumento) y evitan ir discurriendo lentamente palabra a palabra en cada reglón.
Se cuenta que el Presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy -y brillante alumno de Harvard-, leía un libro de unas 200 páginas en unos 10 minutos. Kennedy en apenas tres segundos captaba lo fundamental de cada página. Este tipo de lecturas son útiles para políticos y ejecutivos de empresas que deben leerse informes, documentos, memorandos en muy poco tiempo. También para estudiantes de cursos superiores o avanzados. A mi juicio no son recomendables para estudiantes que empiezan a mejorar sus métodos de estudio y están en sus inicios.
- Mi velocidad de lectura es muy lenta, me exaspera lo que tardo en leer una sola página.
- No entiendo los textos. Me desanima no conocer el significado de tantas palabras.
- Me pierdo muy fácilmente. Hay veces que sigo leyendo, pero he perdido el hilo de la lectura, no sé de que va lo que estoy leyendo en ese momento.
- Me aburro, no puedo leer, bostezo y me duermo.
Aprender a leer bien
Hay técnicas de lectura rápida, pero lo más urgente es mucho más sencillo. Algunas de estas recomendaciones las abordamos anteriormente. Recomendamos:
- Técnicas de lectura (cuyo repaso es interesante).
- Leer (método para Leer del SQ3R)
- Realizar una lectura activa. Por supuesto nada de un sofa o cama para leer. Cojamos el libro y subrayémoslo, hagamos anotaciones en los márgenes, etc. Si no podemos, cojamos una libreta y hagamos notas y fichas con lo que nos parece más importante, los conceptos, definiciones y palabras clave que tenemos que memorizar, el esquema explicativo de cada capítulo, etc. etc. La lectura será más lenta, pero lo compensaremos comprendiendo y memorizando mucho mejor, nos aburriremos mucho menos, y dejaremos de perder concentración. Una lectura activa de un capítulo de un libro puede equivaler a más de tres o cuatro lecturas pasivas del mismo capítulo. Por tanto, ir lento cunado haces una lectura activa es ir más rápido a la larga.
- Comprender la lectura. Hay que esforzarse por comprender lo que se lee. El diccionario, la enciclopedia, búsquedas en Internet, deben ser recursos muy próximos al texto que estamos leyendo. Es importante que no nos dé pereza ir a consultarlos. Si no entiendes una frase al inicio de tu lectura, será más difícil comprender el resto. Trata de averiguar el significado de las palabras y conceptos que no tengas claro. No acumules "ignorancias". Si no logras entender algo, anótalo en una libreta y consúltalo, bien en Internet o pidiendo ayuda a tu familia, llamando por teléfono a un compañero, o bien, pregúntalo al profesor nada más llegar a clase si nadie antes ha podido resolverlo.
- Sé consciente de lo que lees en cada momento. Hay estudiantes que si les preguntaras cómo se llama el capítulo y el epígrafe del libro que están leyendo es ese momento no sabrían qué responder o lo confundirían con otro anterior. Para comprender y memorizar bien una lectura es muy importante retener perfectamente los títulos de los distintos capítulos, epígrafes, subepígrafes, apartados, etc. Para retener y clasificar lo que vamos leyendo el cerebro necesita saber almacenarlo con un cierto orden o lógica. Es la forma de no perdernos entre tanta sopa de letras... Por tanto, toma como una obligación memorizar cada epígrafe y apartado, recuérdalo de vez en cuando mientras que estés leyendo dicho apartado. Será una forma de fijar mentalmente el contenido de un apartado con su título. Créeme es importantísimo.
No hay que confundir aprender a leer bien con la lectura rápida. Los consejos anteriores son muchos más importantes para los estudiantes que tienen dificultades con el estudio que seguir cursos de lectura rápida.
La lectura rápida se consigue leyendo muchos libros y siguiendo algunas técnicas elementales que propician un desplazamiento de la vista vertical en vez horizontal. El cerebro es mucho más rápido que el desplazamiento del ojo. Por esto, las técnicas de lectura rápida propician la captación de frases encadenadas (absorbiendo su significado y el hilo del argumento) y evitan ir discurriendo lentamente palabra a palabra en cada reglón.
Se cuenta que el Presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy -y brillante alumno de Harvard-, leía un libro de unas 200 páginas en unos 10 minutos. Kennedy en apenas tres segundos captaba lo fundamental de cada página. Este tipo de lecturas son útiles para políticos y ejecutivos de empresas que deben leerse informes, documentos, memorandos en muy poco tiempo. También para estudiantes de cursos superiores o avanzados. A mi juicio no son recomendables para estudiantes que empiezan a mejorar sus métodos de estudio y están en sus inicios.
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